UGT demanda un sistema de cobertura de la incapacidad temporal que proporcione una protección adecuada y suficiente a todos los trabajadores, que priorice la recuperación de la salud del trabajador o trabajadora, su protección mientras permanezca en dicha situación y su reinserción laboral.
Según los datos proporcionados por el propio Instituto Nacional de la Seguridad Social, sobre control y seguimiento de la Incapacidad Temporal en el año 2015, el INSS realizó un total de 523.933 actuaciones de control.
Del total de estas actuaciones, en 54.693 de los casos el INSS propuso el paso de Incapacidad Temporal a Incapacidad Permanente, en 157.651 propuso su alta y en 311.589 de los casos ha mantenido la Incapacidad Laboral.
Se deduce por tanto, que en el 30 % de las revisiones realizadas por el INSS sobre las bajas de Incapacidad Temporal en el 2015, se ha procedido al alta.
Es decir, 3 de cada 10 trabajadores han sido dados de alta por el INSS, sin que de ninguna manera pueda deducirse o presumirse que el alta deriva de una actuación fraudulenta, como algunas informaciones insisten en señalar permanentemente.
Y en cualquier caso, el trabajador tiene derecho a estar enfermo en una situación amparada por la ley; el médico que le atiende y que genera la situación de baja es el que mejor conoce cada caso y el más cualificado para determinar o no esa incapacidad y no se puede deducir una intencionalidad en ninguna de estas actuaciones –menos sobre unas cifras-.
En el 60 % de los controles realizados por el INSS sobre las bajas por Incapacidad Temporal, se mantiene la baja laboral y el restante 10% pasan a Incapacidad Permanente.