UN AUTÉNTICO CAOS SRA. CONSEJERA

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Una gestión deficiente está generando un final de curso caótico. El profesorado no se merecía esto después del descomunal trabajo realizado.

La gota que ha colmado el vaso ha sido la publicación, en la tarde de ayer, de las esperadas instrucciones que habrían de regular un final de curso empático con la comunidad educativa, dado el Estado de Alarma en el que está inmerso el país desde el pasado 14 de marzo. La normativa que debería regular el fin del curso escolar, son unas meras instrucciones de procedimiento centradas en los plazos para reclamar y en la obligatoriedad de que todo ha de estar documentado. No entran en el fondo del asunto y trasladan toda la responsabilidad a la autonomía de los centros, como si estuviéramos en una situación de normalidad.

Una vez más, la Consejería de Educación hace dejación de sus funciones y traslada  al profesorado todas las decisiones. El resultado, el caos total. La comunidad educativa desbordada y perpleja ante lo que está ocurriendo. La consecuencia final, un  incremento de la carga de trabajo y de la burocracia que contribuye al sinsentido de esta situación.

Las Enseñanzas de Régimen Especial Artísticas, EEOOII, CEPAs a la espera de sus instrucciones.

Los segundos cursos de FP a la espera del Módulo de Proyecto Alternativo que pueda sustituir a la Formación en Centros de Trabajo.

Nada se sabe del período de matrícula, de las pruebas de acceso a FP, de las sustituciones del profesorado, de las jubilaciones anticipadas, de las becas escolares, de las comisiones de servicio, de las plazas convocadas al Servicio de Inspección, de las direcciones vacantes, de las fechas de los exámenes libres,  de la distribución de los equipos informáticos para luchar contra la brecha digital…

Los políticos solo han puesto sobre la mesa la excepcionalidad como si el profesorado no la conociera ya. La actual Ley de Educación ya contempla la repetición como algo excepcional; el problema es que en la realidad no lo es, al menos entre las familias con menos recursos. Los deseos no se pueden legislar y menos presionando al profesorado. Lo único que se ha hecho es una gestión de impulsos, sin orden ni concierto, orientada única y exclusivamente a dar normalidad a base del incremento de la burocracia.

Sra. Consejera, la situación de excepcionalidad que vivimos y la necesaria flexibilización de la evaluación no justificaría un aprobado de su gestión. Sra. Consejera, rectifique, déjese ayudar y convoque la Mesa Sectorial de Educación. Acepte la cooperación de las OOSS, no siga dando bandazos. La Enseñanza Pública asturiana no puede permitirse más errores.

 

Es necesario sentarse a negociar con los representantes legítimos del profesorado.  Tenemos que acordar entre todos cómo finalizamos este curso atípico y lo que es más importante, tenemos que empezar a preparar el curso 2020/2021.

Será necesario pactar un protocolo de medidas de seguridad y protección sanitaria para cuando se reanude la actividad educativa de manera presencial. Los profesores y profesoras habrán de enfrentarse al desafío de elaborar una planificación y organización nueva del currículum del próximo curso escolar para paliar los desequilibrios que esta crisis provocará en el alumnado más desfavorecido.

Usted Sra. Consejera y el partido político que la sustenta, habrá de bajar el programa electoral de las estanterías para llevarlo al BOPA. Siempre tienen que hacerlo los políticos, en una situación de crisis como la actual aún más.

Todos tenemos que aprovechar la crisis para dar un paso adelante en defensa de la Enseñanza Pública que, no nos engañemos, es la única que garantiza la verdadera igualdad de oportunidades.

 

 

 

Maximina Fernández Otero

Secretaria del Sector de Enseñanza

FeSP-UGT Asturias

 
 

 

 

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