La pandemia de COVID ha terminado por convencer incluso a los más escépticos: la salud pública debe ser una prioridad política. Someterla a las leyes del mercado es un crimen.
Del mismo modo, nadie se atreve a decir que la salud pública es un asunto exclusivamente nacional y que Europa no tiene competencias en la materia. Sin embargo, las actuales políticas europeas no están cumpliendo su papel y están poniendo en enorme riesgo la salud pública.
Reclamamos una Europa que no deje la salud en manos del mercado. Al contrario, queremos que refuerce los sistemas sanitarios y de protección social accesibles a todos: ¡todo el mundo debe tener las mismas oportunidades de vivir con buena salud!
Para hacerlo posible, hemos identificado 7 temas europeos. Nuestra salud no se vende. Esperamos que los eurodiputados los defiendan:
- Que promueva y garantice una financiación pública adecuada de la asistencia sanitaria.
- Que protege al público de los abusos comerciales.
- Que garantice la accesibilidad financiera, geográfica, temporal y cultural para todos.
- Que estimule la democracia sanitaria mediante la participación de los beneficiarios y del personal sanitario.
- Que adopte medidas proactivas sobre los determinantes sociales, ambientales y de género.
- Que implemente una política de medicamentos al servicio de la población;
- Que combata la escasez de personal sanitario protegiendo a los países más débiles contra la fuga de profesionales.
Para defender estas reivindicaciones, Ana Francés, secretaria del Sector Salud de UGT Servicios Públicos ha participado este día 7 en Bruselas en la manifestación que promueve la Federación Europea de Servicios Públicos.
Francés ha afirmado «En el marco de las elecciones europeas del próximo mes de junio, queremos otra Europa, una Europa que garantice una financiación pública que responda a las necesidades sanitarias de la ciudadanía. Los presupuestos deben responder a los grandes desafíos y retos presentes y futuros como el envejecimiento, la cronicidad, el déficit de profesionales sanitarios, las interminables listas de espera y la salud mental. La agenda europea debe incluir la solidaridad europea, es decir armonización fiscal y social. La agenda europea debe incluir la imposición normas de sanitarias de personal y de protección social a nivel europeo y, a nivel europeo también, debe incluir la armonización al alza de los salarios y las condiciones laborales de los profesionales. En definitiva, de calidad debe ser una prioridad máxima en la agenda europea. Juntos podemos cambiar Europa, juntos somos más fuertes».