Correos convoca una 2ª reunión negociadora para abordar la primera fase de la negociación del Acuerdo Marco de diciembre 2024.
UGT seguirá en la Negociación con la gente de buena voluntad exigiendo seriedad, rigor, transparencia y buena fe negocial, trabajando para salvar Correos y a sus trabajadores/as.
Después de dos meses de parálisis ¿intencionada? vuelven las prisas, sin que la Dirección de RRHH haya remitido la información que se solicitó desde UGT, CSIF y S. LIBRE para discutir asuntos trascendentes del Acuerdo de diciembre. En este impasse llama la atención el hecho de que alguna organización que se sentaba en la mesa cuando Serrano desguazaba Correos se dedique ahora a ejercer como pirómanos de la democracia sindical (porque elecciones hubo y los trabajadores votaron libremente) yendo más allá de su legítima discrepancia sindical hasta extremos inaceptables como el de promover la desafiliación a otros sindicatos que ejercen el derecho de participación. El respeto a cualquier disidencia sindical no nos alcanza para entender actuaciones que socavan la confianza en el sindicalismo.
No vamos a pedir al sindicalismo “desconfiante” que mientras incendian el clima laboral con descalificaciones exacerbadas, prejuiciosas y repletas de falsedades hacia el resto de sindicatos, expliquen a los trabajadores las razones de su pasotismo sindical durante el desguace de Serrano, asumiendo implícitamente que Correos fuera a la quiebra (1.200 millones de pérdidas) sin mover una cerilla. Aunque seguro que consideran que las tienen.
Lo cierto es que los sindicatos nos encontramos en un momento crucial para la supervivencia de Correos y para la estabilidad de sus trabajadores. Afrontarlo mediante la negociación es la cultura sindical histórica de UGT. Por ello nos sentamos en la mesa que llevó al Acuerdo de 31 diciembre. Un Acuerdo que señalaba cuestiones a desarrollar bajo la premisa de la negociación de buena fe negocial y transparencia (lo dice el texto del Acuerdo). Pero lo cierto es que la forma de abordar el desarrollo de una negociación imprescindible para construir el futuro ha sido objeto de una inexplicable distorsión (y dilación) por parte de la Dirección de Recursos Humanos que, con la llegada de la nueva Presidencia sustituyendo a Serrano vio cuestionada su visión “eficientadora” transformadora y sobre todo muy Consultora.
La necesidad de armonizar los intereses de los trabajadores con un proyecto de RESCATE de CORREOS, tras la operación desguace de Serrano, es un hecho y nadie que se acerque a la realidad de Correos hoy puede obviarla. Y tampoco se puede ignorar que hay un proyecto sobre la mesa para sacar a la empresa del pozo negro en el que nos metieron errores políticos y una pasividad inexplicable dentro de la casa. Un dato objetivo es el plan inversor de 3.000 millones acordado en Julio 2024 con SEPI y Hacienda duplicando la asignación existente hasta ahora del Servicio Postal Universal y un proyecto SIEG (propuesto por UGT) que debería permitir relanzar a CORREOS a un escenario de futuro sostenible. Falta ese otro elemento imprescindible para proyectar y consolidar a una organización postal. Falta que los trabajadores encuentren el acomodo que exigimos TODOS los sindicatos. Unas condiciones laborales y retributivas dignas son aspiraciones irrenunciables para todos (todos son todos) los que representamos a los trabajadores.
Constatamos la existencia “coincidente” de palos en las ruedas para avanzar en la búsqueda de soluciones a la grave situación de CORREOS. Y no son -solo- obstáculos políticos. La inexplicable ignorancia sobrevenida ¿deliberada? de una parte sindical para saber lo que nos jugamos en el envite, tendrá sus razones, pero en la tarea de socavar el proyecto de rescate postal detectamos también intereses externos (francotiradores cada día más patentes) que coinciden sospechosamente, con otros intereses “internos” como los de quienes confunden una cartería con una turbina o pretenden innovar una CAOTIC STYLE BUSINESS PARTNER en la negociación sindical. Esto no parece ser producto de la ignorancia ni de la casualidad. Serrano dejó una buena escuela y su sombra aun esparce alumnos avezados en Correos.
