Esta mañana, la Administración ha hecho una propuesta de plantilla docente de 9.590 puestos. Se produce un ligero incremento con respecto al curso pasado, que se explica por la implantación de la nueva Ley de FP. Sin embargo, hay un descenso total de 23 plazas en el cuerpo de maestras y maestros.
Desde el Sector de Enseñanza de UGT venimos denunciando, año tras año, que la plantilla docente está muy lejos de las necesidades reales. Solo para abrir los centros educativos, se necesitan aproximadamente 12.000 docentes.
Estamos, por tanto, ante una situación muy grave porque la tasa de interinidad sigue manteniéndose en torno al 25%. La Consejería de Educación ha desperdiciado el proceso de estabilización, que ha culminado en diciembre de 2024, ya que a lo largo de estos tres cursos se han estabilizado 1.562 docentes, cifra muy similar a las jubilaciones efectivas.
Desde el Sector de Enseñanza de UGT queremos poner de manifiesto que el hecho de que la plantilla docente y las necesidades reales sean tan dispares, afecta negativamente al concurso de traslados, a la OPE y al empleo de calidad. La Administración, en contra de lo que obliga la ley, prefiere que un 25% del profesorado sea interino y buena parte a media jornada. El próximo 1 de septiembre, con el comienzo del curso, habrá centenares de plazas docentes que, en el mejor de los casos, serán cubiertas a finales de septiembre, con el alumnado ya en las aulas.
Desde el Sector de Enseñanza de UGT lamentamos que en los últimos años hayan dejado de convocarse un total de 1.103 plazas de la tasa de reposición, lo que pone de manifiesto que la enseñanza pública no es una prioridad para el gobierno asturiano.
La propuesta conocida hoy ni siquiera respeta el Acuerdo de plantillas de hace más de 24 años, genera una tasa de interinidad insoportable, un porcentaje de medias jornadas inmoral y una carga lectiva y burocrática que no permite al profesorado asturiano realizar un trabajo en unas condiciones dignas.
Desde el Sector de Enseñanza de UGT vemos con preocupación que un gobierno que se autodefine progresista no se tome en serio la educación pública asturiana, la única que garantiza al alumnado y a las familias oportunidades y resultados en igualdad. El descenso de la natalidad no tiene que generar supresión de puestos docentes, tiene que ser una oportunidad para reducir ratios de manera efectiva y elevar la calidad educativa y aplicar la LOMLOE de manera correcta.
Si no se defiende la enseñanza pública apostando por unas plantillas docentes estables y que respondan a las necesidades reales de la educación pública asturiana, no se está haciendo una política educativa progresista y de izquierdas.