Artículo de opinión de Alberto del Valle García, Secretario General de FeSP-UGT Asturias, publicado el 21 de mayo en el diario La Nueva España. En el citado artículo se hace una reflexión sobre las consecuencias de esta crisis sanitaria que, si algo deja claro es la necesidad de unos servicios públicos potentes, eficaces y eficientes. Así mismo se reivindica la profesionalidad de todas las personas que los llevan a cabo. Se acaba con una afirmación contundente: apostar por los servicios públicos no debería de tener ideología porque ¿alguien puede asegurar que no los necesitará?.
Aquí transcribimos el artículo:
Si entre las previsiones de este año 2020 nos hubieran dicho algo parecido a lo que estamos viviendo, no nos lo hubiéramos creído. Pero la realidad es tozuda, se impone, y lo que ni nos habíamos imaginado ha llegado.
Esta crisis sanitaria nos ha cambiado las costumbres, las relaciones, el trabajo… en suma, la vida, durante no sabemos cuánto tiempo. Cuando todo esto pase nuestra sociedad ya no será la misma. Nos ha hecho enfrentarnos a nuestras propias limitaciones como individuos y como sociedad. Somos bastante más vulnerables de lo que nos habíamos imaginado. La prepotencia, la superioridad, el “porque yo lo valgo”, han sucumbido ante un virus.
La pandemia que estamos viviendo tiene que hacernos reflexionar sobre varios aspectos:
- Somos fuertes cuando nos unimos. La suma de los esfuerzos de cada persona, de los tuyos y los míos, es lo que hace salir adelante a una sociedad, a una empresa, a una Administración, a una organización, a una familia, a una relación…
- Necesitamos un Estado fuerte con unas Administraciones efectivas, resolutivas y ágiles que realmente nos protejan cuando las circunstancias se tuercen, que fomenten nuestro desarrollo social y personal, que sepan y puedan tomar decisiones de largo alcance, a largo plazo, que permitan tener un modelo de sociedad integrador, que no deje a nadie por el camino.
- En tiempos de bonanza hay que mantener, fomentar y fortalecer los aspectos esenciales que garantizan el bienestar común de la sociedad. Bonita frase, que puede quedar en eso si no somos conscientes de que la sociedad somos tú, yo y cada una de las personas que vivimos en este país, en esta Comunidad, en cualquiera de nuestros municipios.
Llegado a este punto, considero inevitable hablar de Servicios Públicos, del compromiso con la ciudadanía de las personas que los prestan. Sí, esos servicios públicos tan denostados hace un tiempo y tan imprescindibles siempre. No nos cansaremos de decirlo, de reivindicarlo, de gritarlo: los servicios públicos potentes, eficaces y eficientes, bien dotados, adaptados a la realidad cambiante, valorados y respetados, son nuestra garantía, la tuya y la mía, no sólo de que no nos veremos indefensos ante la adversidad, sea ésta cual sea, sino de nuestro bienestar diario.
Y, tampoco nos cansaremos de reivindicar la profesionalidad, la entrega, la dedicación de las personas que llevan a término esos servicios públicos. Sí, profesionales de diferentes ámbitos, de diferentes administraciones y empresas, que han tenido que ver su trabajo, su tarea, menospreciada, ninguneada y vilipendiada durante mucho tiempo.
Seguramente, cuando todo vaya volviendo a la normalidad oiremos potentes discursos sobre estos servicios públicos. Pero la experiencia nos dice que pasado el primer momento, empiezan a primar razones presupuestarias de supuesta eficiencia, que lo que reflejan es un escaso aprecio por estos servicios públicos. Pero, recordemos una de las lecciones de esta pandemia: somos fuertes cuando nos unimos, por lo tanto exijamos al Estado y a las diferentes Administraciones una apuesta seria por servicios públicos eficientes y de calidad. Invertir recursos en servicios públicos es generar riqueza, es generar bienestar para la ciudadanía, es, en suma, apostar por las personas.
Exigir servicios públicos eficientes y de calidad no debería de tener ideología; porque, ¿alguien puede asegurar que no los va a necesitar? Recordad que todos somos vulnerables y podemos llegar a vernos en situaciones que ni nos habíamos imaginado… ¿os suena?.
Alberto del Valle García
Secretario General de FeSP-UGT Asturias