Otro exponente de lo que sucede en Correos. Desgobierno en la gestión de los servicios postales. Desmantelamiento insensato de la democracia laboral.
En puertas del inicio del periodo vacacional y a fecha de hoy, al igual que otros tantos temas que UGT y CCOO venimos denunciando, los empleados de Correos desconocen cuándo van a poder disfrutar sus vacaciones anuales que deben de estar autorizadas al menos con dos meses de antelación a su inicio según establece al artículo 38 del Estatuto de los Trabajadores.
Para resolver esta situación el pasado 20 de mayo, UGT y CCOO remitimos al Presidente una carta conjunta en la que le exigimos que dé cumplimiento al III Convenio Colectivo en lo que al Calendario laboral se refiere y en la misma le instamos a flexibilizar las normas recogidas en el artículo 56 del Convenio y el Anexo de Calendario laboral
La pandemia del COVID-19, los estados de alarma y las limitaciones de movilidad impuestas a los ciudadanos que depende de la evolución de los contagios por el virus, hacen necesario, para salvaguardar el objetivo de las vacaciones anuales, atender a la elección del trabajador de su periodo vacacional flexibilizando las restricciones o limitaciones recogidas en las normas citadas en tanto que todo el territorio nacional pueda tener garantizada libre circulación.
Los trabajadores y trabajadoras tienen derecho a conocer sus vacaciones en plazo para poder conciliar su vida laboral y personal.
Desde UGT y CCOO volvemos a instar a la Dirección de Correos a que ponga en valor a sus trabajadores y adopte medidas consensuadas con las Organizaciones Sindicales para garantizar la salud, el bienestar y la conciliación familiar de los empleados más allá del marketing publicitario. La seriedad que debería presidir el comportamiento.
Si a esas nuevas prácticas de estilo rancio (más propias de enfoques neoliberales y antisindicales que de gestores designados por un gobierno progresista) importadas por la alta dirección actual, le sumamos los reiterados incumplimientos de acuerdos y derechos laborales que venimos denunciando reiteradamente desde UGT y CCOO tenemos la resultante del contexto actual existente en Correos. Un desgobierno alarmante en la gestión y un desmantelamiento insensato de las relaciones laborales y por ende de la democracia laboral, de muy serias consecuencias para cualquier proyecto de futuro que se pretenda en la empresa pública más grande de este país.