La desigualdad en los servicios públicos es especialmente preocupante, pues deben ser los garantes de una mayor igualdad en la sociedad. UGT aboga por unos servicios públicos universales de calidad. Estos constituyen el pilar del estado de bienestar, la democracia y la igualdad entre mujeres y hombres.
En nuestro contexto actual, marcado por una crisis sanitaria, que a su vez ha ocasionado una crisis económica y social, los servicios públicos se han revelado como una herramienta esencial para afrontar y eliminar las situaciones de desigualdad estructural existentes que afectan de manera especial a las mujeres.
Precisamente la pandemia nos obliga a perseverar en una mirada feminista de los servicios públicos. Porque la carga de los cuidados recae en las mujeres y hay que poner el foco tanto en la precarización económica como en los efectos psicológicos padecidos.
Por eso es imprescindible el compromiso de las instituciones para impulsar y coordinar políticas públicas que garanticen la igualdad real.
A pesar de la presencia de la mujer en la Administración, el porcentaje en puestos de dirección no supera el 31%. Las mujeres tienen menos oportunidades en la promoción al trabajar mayoritariamente en puestos que no tienen desarrollo profesional.
Las mujeres sufren más las situaciones de pobreza y exclusión entre otras causas por la dificultas de acceso al empleo, la temporalidad, la parcialidad, la precariedad en las condiciones laborales.
Más del 90% de las reducciones de jornada son realizadas por mujeres. Las mujeres ocupan un 74,4% del empleo al tiempo parcial.
Las mujeres representan el 66,9 % del profesorado. En Educación Infantil representan el 97,6. Sin embargo solo el 21% son catedráticas.
