Los PGE 2017 siguen minusvalorando la Sanidad. Así, pese a que la previsión de crecimiento del PIB se sitúa en el 4,2%, el presupuesto de Sanidad apenas crece un 2,3%. Es decir, en 2017 se continúa la tendencia iniciada en 2012 (cuando el Gobierno del PP impuso su reforma sanitaria). Desde entonces el gasto sanitario no ha dejado del disminuir en porcentaje del PIB. Destaca la disminución en los gastos de personal del Ministerio de Sanidad, algo que afecta sobre todo a funcionarios y personal laboral, pero no a los altos cargos. El Sindicato resalta la escasez presupuestaria para garantizar la equidad, la cohesión del Sistema Nacional de Salud y hacer frente a las desigualdades y advierte que es necesario cambiar los criterios de financiación de las políticas públicas, pues sino en los próximos años se asistirá a una reducción progresiva del conjunto de la Administración Sanitaria, así como de sus prestaciones, cartera de servicios y coberturas.
El proyecto de PGE–2017 para Sanidad (incluyendo el correspondiente a la Administración General de la Sanidad; los hospitales, servicios asistenciales y centros de salud; y las acciones públicas relativas a la salud) asciende a un total de 4.093 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,3% respecto al año anterior y una pérdida del 3,8%, en comparación con 2011, último año previo a la reforma sanitaria de 2012, cuyo objetivo fundamental fue la reducción del gasto sanitario público.
Así, mientras el Gobierno prevé un incremento del PIB nominal para 2017 del 4,2%, el incremento del presupuesto para la Sanidad crece sólo un 2,3% (un poco más de la mitad de lo que crecerá la riqueza del país). Por lo que la Sanidad, no sólo no recupera presupuesto perdido a lo largo de los últimos cinco años, sino que sigue perdiendo importancia entre las prioridades políticas.
Los PGE 2017 aluden a la implementación de medidas contempladas en el Programa Nacional de Reformas. Pero conviene recordar que la Actualización del Programa de Estabilidad 2017-2020, en relación con el gasto sanitario, presenta el establecimiento de un horizonte de disminución porcentual progresivo del gasto sanitario con respecto al PIB. En este sentido, el Gasto Sanitario Público, que en 2.011 llegó al 6,47 % del PIB, ha ido disminuyendo progresivamente a lo largo de los años hasta un 6,07% en 2016 y la previsión de un 5,95 en 2017 y 5,79 en 2.018, hasta llegar a 5,57 en 2.020.
En este sentido, los datos constatan que desde el Real Decreto-ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones, impuesto por el Gobierno del PP, el gasto sanitario no ha dejado de disminuir en porcentaje del PIB. Por eso, de no cambiar los criterios de financiación y presupuesto de las políticas públicas, es previsible, que asistamos en los próximos años a una reducción progresiva del conjunto de la Administración Sanitaria, así como de sus prestaciones, cartera de servicios y coberturas.
Recorte del 51%, en 6 años, en el presupuesto del Ministerio de Sanidad
El presupuesto del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad (MSSSI) y de sus organismos autónomos de carácter sanitario (Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición y Organización Nacional de Trasplantes) y de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios, para 2017, asciende a 172 millones de euros. Esto supone un 2,1% más que en 2016 (168 millones), pero un 51% menos con respecto a 2011 (350 millones, incluyendo presupuestos de Investigación Sanitaria), año que tomamos de referencia, por ser el último antes de producirse la reforma sanitaria de 2012.
Por otra parte, la evolución presupuestaria, de 2017 con respecto a 2016, analizada por programas es muy asimétrica pero presenta algunos datos a destacar como el que hace referencia a los Gastos de Personal, donde se ha producido una pérdida presupuestaria neta de 358.870 euros.
El MSSSI sufre un proceso de descapitalización por la pérdida de recursos humanos, que se pone de manifiesto con la disminución presupuestaria en Gastos de Personal, en concreto el asignado al personal laboral y funcionario; mientras que no afecta al grupo de altos cargos, cuyo presupuesto crece en todos los programas.
Por último, hay escasez presupuestaria para la realización de las políticas que garanticen la equidad en el acceso, la cohesión del Sistema Nacional de Salud y la lucha contra las desigualdades. En este sentido el Fondo de Equidad-Fondo de Cohesión Sanitaria dotado con 3.760.000 €, queda muy limitado (en 2013 se convirtió en un fondo extrapresupuestario, perdiendo los recursos necesarios para cumplir los fines para los que fue creado y definido en la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud, en 2003).