El jueves 25 de enero Julio Lacuerda, Secretario General de FeSP-UGT, firmó del II Plan de Igualdad de FCC (Fomento de Construcciones y Contratas), en el que la empresa manifiesta su compromiso a la hora de garantizar adecuadamente y de manera efectiva la igualdad entre las trabajadoras y los trabajadores, aplicando las medidas encaminadas a erradicar las situaciones de discriminación hacia las mujeres. Situaciones de discriminación que se manifiestan en la casi totalidad del marco laboral, y que afecta desde el acceso al empleo, hasta la promoción y la asunción de responsabilidades, o la brecha salarial.
Lacuerda ha subrayado que para revertir estas situaciones de discriminación es necesario el compromiso e implicación de toda la sociedad. “Es por ello, que desde UGT entendemos capital la celebración de este tipo de acuerdos, así como de la implementación de aquellas políticas o medidas que nos permitan avanzar en este campo. En las reuniones de negociación celebradas a lo largo del último año, hemos podido concretar una batería de medidas que actúen de manera eficaz y efectiva; un acuerdo que no se quedan en meras palabras. Se trata de compromisos con objetivos concretos que afectan al conjunto de la empresa, para lograr algo que ya es incuestionable: el derecho de la mitad de la población a las mismas oportunidades y beneficios. En este sentido hay todo un apartado en el Plan para erradicar la brecha salarial, así como para facilitar la formación o la conciliación”.
“Tampoco olvidamos -ha afirmado el Secretario General- uno de los problemas más acuciantes y dramáticos de la actualidad: la violencia de género. Quiero señalar en nombre de UGT la honda preocupación que nos despierta este tipo de violencia que atenta contra la integridad, dignidad, y vida de las mujeres por el mero hecho de ser mujeres. Ninguno de nosotros, ni tampoco ninguna de las empresas, sindicatos u otras organizaciones podemos ni debemos quedar al margen de esta lucha”.
El lema de la campaña que en su día planteo la CESS, “Seguras en casa, seguras en el trabajo”, nos recuerda que en el ámbito laboral es fundamental conseguir un máximo de protección hacia las mujeres que sufren violencia de género. El trabajo es, además de un derecho, un elemento clave para romper con la opresión y el sometimiento en las que se enraíza este tipo de violencia. En este sentido, el empleo es básico para restituir la autonomía y bienestar tanto económico como personal de las víctimas de violencia de género. Asimismo, las empresas deben facilitar todos aquellos medios que garanticen la protección social, jurídica y laboral de las trabajadoras en general, y de las trabajadoras víctimas de violencia de género en particular. Desde UGT tenemos claro que el lugar de trabajo debe ser un espacio para la prevención y detección de violencia machista.