Hoy martes, 26 de septiembre, la Consejera de Educación ha comparecido en sede parlamentaria a fin de informar sobre las líneas generales de la acción de gobierno para los próximos cuatro años. Más allá de las buenas intenciones, no hemos podido escuchar ningún compromiso concreto que pudiera mejorar las condiciones laborales del profesorado asturiano. Una vez más, el Gobierno asturiano a través de su Consejera habla de la defensa de la escuela pública como garantía fundamental para una educación inclusiva, integradora y generadora de oportunidades para todos sin aportar los recursos necesarios.
Se habla de mejorar la respuesta educativa con nuevos planes, programas, proyectos de innovación y metodologías activas que en ningún caso podrán llevarse a la práctica con éxito si no nos tomamos en serio la educación y se dota a los centros de los recursos humanos y económicos necesarios.
Nada ha dicho la señora Consejera de por qué año tras año el profesorado necesario no se encuentra en su centro de trabajo el 1 de septiembre, que es cuando comienza el curso. A punto de finalizar ya el primer mes no son pocos los equipos directivos que aún siguen demandando docentes ni el alumnado que está asistiendo a las clases sin el profesorado necesario. Especialmente preocupante es el caso de los centros de educación especial que no cuentan con una plantilla mínima de docentes para atender a un alumnado con una casuística tan compleja y variada. Esta cuestión, que es básica y que se repite año tras año, pone de manifiesto la inadecuada planificación por parte de la Administración educativa.
Se mantiene el compromiso para dar continuidad y estabilidad en el empleo para reducir la tasa de interinidad, pero seguimos muy lejos del 8% comprometido y con un abuso de las medias jornadas que en la actualidad suponen aproximadamente el 40% del empleo ofertado.
Estamos convencidos de que la próxima legislatura es de extraordinaria importancia para la educación asturiana. O nos subimos al tren del siglo XXI o nos quedaremos atrás para siempre. Por eso, el Gobierno asturiano tiene que garantizar la inversión necesaria y apostar por una red pública que sea el eje vertebrador de una educación de calidad.
Desde el Sector de la Enseñanza de la UGT estamos denunciando desde el primer momento, la implantación de la LOMLOE de manera errónea. Es necesario un nuevo acuerdo de plantillas, el actual es de 2001, que proporcione más recursos a lo que pretende ser un nuevo modelo educativo. La previsible reducción del número de alumnos en los próximos años debe entenderse como una oportunidad para bajar las ratios y avanzar hacia una enseñanza más personalizada que nos permita elevar la calidad y los resultados educativos. Pero no podemos esperar más; a lo largo de este curso se implantará definitivamente la Ley Educativa y los centros no disponen del personal correspondiente.
En los próximos días el Sector de la Enseñanza de la UGT se reunirá con la Consejera de Educación para hacerle llegar nuestras principales reivindicaciones. Consideramos imprescindible un plan de actuación con el correspondiente calendario. La Educación asturiana tiene que abordar ya los retos pendientes que exponemos de manera telegráfica:
-Recuperación de la pérdida del poder adquisitivo de los docentes y avanzar hacia la homologación salarial. No es admisible que el profesorado asturiano sea el peor pagado del país. Asimismo, hay que avanzar hacia el cuerpo único con la integración de todos los cuerpos docentes al A1.
-Reducción del horario lectivo. La Ley 4/2019, de 7 de marzo ya recomienda con carácter ordinario un máximo de veintitrés horas en los centros de educación Infantil, primaria y especial. Es necesario avanzar hacia la reducción de la carga lectiva que permita una educación más personalizada.
-Reducción de la carga lectiva a los mayores de 55 años sin merma económica. Lo permite la ley, existe en algunas comunidades autónomas, crearía empleo y rejuvenecería plantillas.
-Reducción de tareas burocráticas que sobrecargan la labor docente.
-Una promoción profesional bien retribuida, basada en la acreditación de la experiencia laboral y el reconocimiento de méritos. Debe extenderse el Plan de Evaluación Docente a los siguientes tramos.
-Un nuevo acuerdo de licencias y permisos que incluya el año sabático, días de asuntos propios y medidas de conciliación de la vida familiar y laboral entre otros.
-Plan de formación docente dentro del horario lectivo.
-El ciclo de 0 a 3 años ha de tener una gestión totalmente pública y gratuita, con carácter educativo y, por tanto, con inclusión plena en la Consejería de Educación.
Buena parte de estas reivindicaciones ya fueron incluidas en los distintos programas electorales del Partido Socialista. Es tiempo de pasar de los discursos y la propaganda a los hechos. De lo contrario se estará confundiendo, sino engañando, a todos aquellos que apoyamos otro tipo de escuela. Se puede contar con la UGT para hacer las cosas bien pero o hay cambios de manera inmediata o promoveremos movilizaciones para “convencer” a la clase política.
Sector de Enseñanza
UGT Asturias